"Te quise a pesar de saber que te iba a perder.
Que cada día te perdía un
poquito más, y yo seguía en el intento
de llenarte el alma..."
Quien hace una pregunta,
debe ser capaz de soportar la respuesta.
Y en menos de un instante… todo cambia. Dejamos el pasado atrás, y nos lanzamos hacia lo desconocido: nuestro futuro. Partimos hacia lugares remotos para intentar encontrarnos a nosotros mismos. O, intentamos perdernos explorando placeres más cerca de casa. Los problemas empiezan cuando nos negamos a aceptar los cambios, y nos aferramos a viejas costumbres. Pero si nos aferramos demasiado al pasado, puede que el futuro no llegue nunca.