martes, 11 de septiembre de 2012

Para ella te conviertes en una costumbre, en algo que poco a poco empieza a formar parte de su vida. Cada día recibe una frase, un pensamiento bonito sin ninguna insinuación...
Después, de repente, paras. Durante un par de días, nada, ni un mensaje. Y ella se da cuenta de que te echa de menos, de que te has convertido en una cita inalterable, en un momento inesperado, en el motivo de su sonrisa. Entonces vuelves a escribir y te disculpas, te justificas diciendo que has tenido un problema y le haces una pregunta muy simple: ¿Me has echado de menos? 
Sea cual sea su respuesta, la relación ya ha cambiado.


No hay comentarios:

Publicar un comentario