El dolor adopta formas diversas: una punzada, una leve molestia… Dolor
sin más, el dolor con el que convivimos a diario, pero hay un dolor que
no podemos ignorar, un dolor tan enorme que borra todo lo demás, y hace
que el mundo se desvanezca, hasta que solo podemos pensar en cuanto daño
hemos hecho, como enfrentarnos al dolor depende de nosotros. El dolor
hay que anestesiarlo, aguantarlo, aceptarlo, ignorarlo. Para algunos la
mejor manera de enfrentarse a el es seguir viviendo.
El dolor
solo hay que aguantarlo, esperar a que se vaya por si solo y a que la
herida que lo ha causado cicatrice, no hay soluciones ni respuestas
sencillas, solo hay que respirar hondo y esperar a que se calme. La
mayoría de las veces el dolor puede aliviarse, pero a veces llega cuando
menos te lo esperas, te da un golpe bajo y no te deja levantarte. Hay
que aprender a aceptar el dolor, porque lo cierto es que nunca te
abandona y la vida siempre lo acrecienta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario