jueves, 14 de marzo de 2013
Pasaste las noches echando de menos pasarlas conmigo. Y tu almohada se
convirtió en borrones y tachones de alguna poesía inspirada en aquellos
antros de la ciudad. Como mientras jugábamos al tres en raya bajo tus
sábanas y recordábamos la época de miradas perdidas que mucho me temo,
ya queda muy atrás. Y la noche de mañana, y la de ayer, y la de pasado
mañana tal vez, escribo y mientras te canto canciones al oído. Muy
bajito, para que no nos oigan los vecinos. Me quisiste y tal vez hoy lo
sigues haciendo, pero yo sólo sé que es muy difícil echarte de menos, y
aún más deshacerme de todos esos versos y recuerdos. Porque mi cabeza
está hecha un lío, llena de problemas algebraicos en los que quizás, la x
sea un te quiero que salga de tus labios. Pero quiéreme en tus noches y
madrugadas, en tus risas y en tus sonrisas, en todos esos poemas
escritos en tu almohada.
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