Soy chica salvaje. Chica de pared y cigarrillo. Yo y la soledad, y nadie más. Que los demás me sobran. Que prefiero vivir en el fondo del sofá contándome las puntas abiertas del pelo. O ir de compras. Me chifla comprar y comprar, y que nadie me espere con los brazos cruzados y cara de reprobación. Que tengo vicios inaguantables como ese, y otros hasta inconfesables. Y si quieres estar ahí, junto a mí, te los tendré que confesar. Y tendré que respirar al compás que tú, y no quiero. Es que no sé hacerlo. No sé vivir con alguien. No sé llevar el que me cojas la mano y sienta todo ese revoloteo en el estómago que me separe del suelo. Imagínate, si no me gustan siquiera los toboganes y nunca he viajado en avión. Entiéndelo.